Art critics
“La única realidad que
puede existir en un cuadro es el cuadro mismo” (Ortega y Gasset)
LA PINTURA DE ELSA
Muchos
han sido los que han intentado definir de forma precisa lo que es el Arte,
empresa difícil ya que se trata de un concepto puramente abstracto y subjetivo.
Quizás por eso me quedo con lo que decía, prudentemente un viejo profesor mío:
“El arte acaso sea la más genuina intuición que del universo tiene cada
individuo”. Pero la actividad humana se desenvuelve dentro de un entorno vital
determinado, en una mínima porción de este universo infinito.
Al contemplar los cuadros de Elsa comprendemos
que su universo personal, al menos pictóricamente, está directamente
relacionado con sus afectos más íntimos; los niños, los animales, las gentes
del mar, los trabajadores del campo y nuestros paisajes, siempre contemplados
de desde la ternura y la emoción.
Técnicamente, su obra podemos situarla dentro
del realismo, rozando incluso el hiperrealismo en muchas ocasiones.
En todos sus cuadros se puede
apreciar la limpieza y frescura de su color, que se aplica con maestría y
brillantez.
Su pintura brota siempre de la emoción, por eso le resulta fácil
transmitir al espectador sus propias sensaciones ante una realidad vivida.
La
cuestión radica en que, a los artistas, en quienes la sensación se formula
mucho antes que el razonamiento, les está permitido que al mismo tiempo que
analizan las cosas, puedan conservar aquellas sensaciones percibidas
inicialmente.
Su trayectoria
artística nos muestra la versatilidad y amplitud de sus inquietudes que siempre
trato de transmitir a sus alumnos (en su país llego a impartir cursos de
divulgación artística en un canal de televisión).
Ahora le corresponde al espectador
(en el nuevo concepto artístico tan indispensable como el autor) situarse ante
estos cuadros con la mente libre de prejuicios, para intentar percibir las
mismas sensaciones que experimento la artista ante aquella realidad vivida,
antes de afrontar la inevitable angustia de ponerse ante un lienzo en blanco,
sin más apoyo que su sensibilidad y su imaginación. Gonzalo Sánchez Folgueira (Zalo) 01-12-2021
Introducirnos en la obra de Elsa García Ospina es penetrar
en el mundo de una mujer que ejerce la difícil tarea de quienes profesan la
vocación del arte. Es caminar por esta nuestra Patria, plasmada en paisajes,
bodegones y flores de la mano de un ojo sensible cuya mirada tiene en cuenta la
opinión del alma.
Rica paleta y formas en pequeño y gran formato dan
testimonio de un quehacer, de un talento, de un corazón puesto en el pincel,
para brindar al espectador los secretos de emoción y belleza que en él se
esconden.
Es la muestra de una artista
autodidacta, empeñada en ser ella misma, sin obedecer a teorías frías e
impersonales, con un trabajo serio de muchos años, con clara conciencia de que
no hay obra final sino apenas el comienzo de lo que vendrá mañana.
Martha Lucia Forero F. Restauradora (25-07-2000)
ELSA GARCIA OSPINA
Bogotana de nacimiento y española de
origen.
Pintora autodidacta, su obra es un canto de admiración a las regiones y
lugares que conoce. Galicia la inspira por la grandeza y belleza de sus Rías
Baixas y sus verdes paisajes. Domina la paleta de colores, capta y lleva al
lienzo acertadamente la luminosidad de la escena. Excelente retratista capaz de
plasmar con su pincel el alma del personaje que lleva al lienzo. Maneja con
gran destreza diferentes técnicas; con gran habilidad manual, que le permite
utilizar técnicas mixtas, como el Needle Felting, con la que logra que los
retratos de animales con lana merina, parezcan casi reales, como para acariciarlos.
Luis Domenech.
